Existen muchos modos de consumir el café, pero sin duda las cápsulas de café son la novedad de este milenio que se apartó de la forma tradicional de consumirlo, que es la más utilizada.
Una cápsula de café es una dosis de café molido finamente, siendo perfecta para preparar una apetecible taza de esta intensa bebida. Puede venir en bolsitas de filtro o en cámaras de plástico.
Normalmente, estás monodosis vienen adaptadas sólo para cafeteras producidas por el mismo fabricante.
El sistema de las cápsulas de café gana cada vez más adeptos en diferentes lugares del orbe. Esta novedosa forma de disfrutar el café tiene las siguientes ventajas:
- Limpieza. Durante todo el proceso de preparación del café prácticamente no habrán impurezas que limpiar.
- Rapidez. Con las cápsulas de café usted ahorra tiempo. En un aproximado de 30 minutos usted tendrá su café listo, una bebida de exquisito gusto que en nada tiene que envidiar a las cafeterías de la esquina.
- Comodidad y eficiencia. La máquina que extrae el aromático zumo de la cápsula de café se encarga de todo, entregándole su bebida lista. Sólo tendrá que colocar la cápsula, apretar un botón y acercar su taza... ¡Es un placer!
Hoy en día la competencia hace que las cápsulas de café sean cada vez más acequibles al consumidor promedio. Esto depende de qué país se trate, por ejemplo, en España la cadena alemana de supermercados Lidl sacó a la venta en abril su línea (en total 6) de cápsulas de café Bellarom a 1,89 euros por cada caja de 10 unidades c/u, ofreciendo una buena alternativa en relación calidad-precio. Esta es una propuesta que sigue a tantas otras que se sumaron a la oferta de monodosis de café. Sin embargo, en la medida que hayan más consumidores los costes de producción y precios irán disminuyendo.
¡Que sea en provecho de un mayor consumo del café!
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