La Calidad del Café

La calidad del café dependerá de muchos factores que van a jugar desde la elección de la especie de café, que puede ser Arábica o Robusta y pasando por la variedad de la misma. A esto se suma el estado del árbol del café y el entorno en que es sembrado. La calidad del café estará influenciada por el suelo y las condiciones climatológicas o externas, como es la lluvias y la temperatura. También se tomará en cuenta el tratamiento agronómico que se le dispenda a la planta del café. Por último y fundamentalmente, las etapas de recolección y procesamiento de los granos del café influyen de manera determinante en la calidad.
A esto se sumará también el cuidado y condiciones del transporte del café hasta el destino en que las empresas especializadas realizan las mezclas y otros tratamientos para acercar el producto final al consumidor. Por otro lado, hay que tomar en cuenta que el cuidado que se tiene en el tipo de tostado del café, el molido y su posterior preparación son fundamentales. Estos dos últimos pasos se realizan entre la empresa que procesa el café y lo alcanza al consumidor y éste último.

Como se ve, la última calidad del café en el paladar y el olfato depende de una larga cadena de factores y patrones que empiezan con su especie genética y terminan en su preparación, ad portas a la degustación del consumidor.

El café es una de las bebidas más espiritosas del mundo, y quizá la más consumida tanto por sus múltiples beneficios sobre la salud como por sus virtudes en el placer de beberlo, siendo también un motivo y eje influenciante en reuniones sociales. La calidad de un buen café es fundamental en paladares exigentes. Asimismo, no excluimos los gustos, aficiones y tendencias de los consumidores, que pueden optar por determinado tipo o variedad de café, de tal o cual origen, mezcla, marca, forma de preparación, etc., etc.

¡El café es toda una gran maravilla! ¡Y vale prestarle mucha atención a su calidad!